"Si una persona es gay, busca al Señor
y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia
Católica explica y dice que no se deben marginar a personas que tengan esa
orientación", aseguró el líder eclesiástico.
La declaración fue parte de una larga
conversación con periodistas a bordo del avión que lo llevaba de regreso a Roma
desde Brasil.
Su antecesor, Benedicto XVI, había firmado
en 2005 un documento en el que decía que los hombres con profundas tendencias
homosexuales no debían ser sacerdotes.
Ahora, el papa Francisco mostró una postura
mucho más conciliadora, al señalar que los integrantes del clero que sean gay
deben ser perdonados.
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